A finales del siglo XVIII la nobleza y las clases medias tenían riquezas considerables gracias al comercio, y tenían algo de poder a través del Parlamento. La nueva organización del sistema agrícola benefició a las clases altas, se producía mas comida para un pueblo cada vez más numeroso y los proletarios comenzaron a trabajar para la Revolución Industrial. Pero esta revolución no fue bienvenida en Inglaterra.
Además, el número de personas que sabían leer y escribir aumentó debido al aumento de la clase media, se desarrolló la novela como género literario y destacaron algunos escritores como Daniel Defoe, Jane Austen, Henry Fielding, Samuel Richardson…
En 1700 Inglaterra era básicamente agrícola, pero alrededor de 1750 empezaron a surgir grandes ciudades y aunque la población de esas ciudades no tenía representación parlamentaria y las condiciones de vida eran muy duras, el siglo XVIII supuso grandes mejoras como la iluminación y limpieza de muchas calles de Londres, y aunque las diferencias entre las clases altas y bajas eran aun enormes, las condiciones sociales en Inglaterra eran de las mejores. Pero aun así, las condiciones de trabajo seguían siendo realmente duras.
Jane Austen vivió en la época de la regencia, que supone un puente entre el período georgiano y el victoriano, aunque en sus obras describe la sociedad rural gregoriana, no los cambios que se estaban sufriendo por el paso a la modernidad. Este cambio consiste en dos aspectos fundamentales: la revolución agraria, con la que comienza la revolución industrial y los importantes cambios sociales que supone. Por otro lado, el colonialismo, las Guerras Napoleónicas y la extensión del Imperio Británico.
Al haber nuevas formas para adquirir riquezas, hubo un cambio social que cambiaba el antiguo orden jerárquico en el que la nobleza estaba en la cima. La revolución agraria había provocado un incremento en la población inglesa, que a su vez impulsó la economía al hacer crecer la demanda. Por primera vez en la historia de Gran Bretaña, el incremento de la población podía sostenerse, gracias a las innovaciones introducidas en las técnicas de cultivo.
La burguesía agraria comenzó a hacerse notar y a ganar importancia. La población inglesa comenzó a buscar empleo en la industria, por lo que se precisaba un nuevo conjunto de valores, pues la vieja tradición ya no podía cubrirlos. Para el comienzo de la era victoriana, la antigua jerarquía perdió mucho poder, junto con lo que representaba. Por otro lado, las Guerras Napoleónicas (1804–1815) abrieron otro tipo de profesión mayoritaria en el ejército, que en los años siguientes continuó estando en alza dada la expansión del colonialismo; además, aparecieron héroes nacionales como el Duque de Wellington o Lord Nelson.
La era georgiana se caracterizó también por los cambios sociales en el aspecto político. Fue la época de las campañas para quitar la esclavitud, reformar de las prisiones o criticar a la minada justicia social. Fue también la época en la que los intelectuales comenzaron a pensar sobre políticas que supusieran un bienestar social, y se construyeron orfanatos, hospitales y escuelas dominicales.
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